Uruguay se despidió de José «Pepe» Mujica.

Una mujer deposita una flor en el ataúd del ex presidente José Mujica. Xinhua

MONTEVIDEO, 15 de mayo (Xinhua) – Hoy, una vasta multitud tuvo la oportunidad de rendir homenaje al ex presidente uruguayo José «Pepe» Mujica. Este destacado político y líder de la izquierda, tanto en Uruguay como a nivel internacional, falleció el pasado martes a la edad de 89 años, tras una larga lucha contra el cáncer.

Durante el día, miles de personas de diferentes edades y condiciones sociales se congregaron en el Salón de los Pasos perdidos del Palacio Legislativo en Montevideo. La atmósfera estuvo impregnada de emociones y recuerdos, ya que la población quiso darle el último adiós a un individuo que marcó la historia del país. Al pie del ataúd, que estaba cubierto con la bandera uruguaya y el pabellón de José Artigas, había una multitud de flores, junto con las banderas del Frente Amplio oficial (FA) y del movimiento de participación popular (MPP), al que también pertenecía Mujica. Además, se dejaron varios objetos simbólicos como ofrendas, que expresaban el profundo respeto y cariño de la gente hacia el líder.

Asistieron a la vigilia los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos líderes se unieron a la conmoción del pueblo uruguayo y se mostraron cercanos al legado de Mujica. Lula, en una emotiva declaración, destacó que una figura como Pepe Mujica nunca realmente muere, poniendo énfasis en que las ideas que ha sembrado en el mundo vivirán para siempre. «Vaya a Mujica», expresó, mientras Boric añadía que lo llevarían en cada lucha, resaltando el impacto que el ex presidente tuvo en la región.

La viuda de Mujica, Lucía Topolansky, ex vicepresidenta de la República, también recibió el apoyo y condolencias de Boric y Lula, quienes la abrazaron durante este difícil momento. Por su parte, el actual presidente, Yamandú Orsi, cuyas políticas han sido influenciadas por Mujica y su sector, estuvo presente en el funeral. Orsi participó en el cortejo fúnebre, que llevó el ataúd por el centro de Montevideo, donde miles de personas se unieron en un último adiós, coreando «Gracias, Pepe» y «Presidente» en señal de agradecimiento por su legado.

Mujica ocupó la presidencia del país entre 2010 y 2015, además de haber sido senador y diputado por varios años. Su contribución a la política uruguaya fue crucial, y su muerte ha dejado un vacío insustituible. El presidente Orsi, tras conocer la noticia del fallecimiento de Mujica, expresó su profundo cariño: «Te sorprenderemos mucho, cariño. Gracias por todo lo que nos has dado y por tu profundo amor por tu gente”. Orsi decretó tres días de luto hasta el próximo viernes, en honor a un líder que, durante los años sesenta y setenta, también fue un guerrillero, lo que le costó pasar aproximadamente 12 años en prisión.

Como último deseo, Mujica solicitó que sus restos fueran cremados y esparcidos en su granja, situada en las afueras de Montevideo, donde pasó los últimos momentos de su vida bajo cuidados paliativos. Para muchos, su famosa frase resonará eternamente: «No voy, voy a venir», recordándonos que su legado permanecerá vivo en la memoria colectiva de todos aquellos que lo admiraron y se inspiraron en sus ideales.